Toda una vida dedicada a los niños y el deporte, Lula y Julio llegaron desde Posadas a Las Marías en 1985. Comenzaron trabajando en la escuela Victoria y en la escuela de Virasoro, respectivamente, para en un par de años convertirse en referentes del Club Taragüi.
Desde el primer día se sintieron a gusto en Las Marías, “así pasaron todas las generaciones de chicos que hemos enseñado a nadar, no solamente de la familia sino de todo Virasoro”. “Empezamos a dar clases de natación y también Julio había ingresado a la Municipalidad, a la Secretaría de Deporte, así que empezamos con las actividades también en los barrios. Maratones infantiles, biatlones, triatlones. Fuimos conociendo Virasoro y, por supuesto, Las Marías donde prácticamente vivíamos, la escuela Victoria y el Club Taragüi”.
“Todo lo que hicimos en Virasoro, todo lo que hemos hecho en nuestra vida, siempre fue un desafío porque lo hicimos en los lugares donde no existía”. Tal es el caso del canotaje, el rugby, hockey, natación de pileta, natación de aguas abiertas con entrenamiento en la laguna. “En Virasoro eso no existía. Era una locura en ese entonces hablar de natación a aguas abiertas”, nos cuentan orgullosos.
Al mencionar las actividades en la pileta, Julio y Lula abren un capítulo aparte. “Felizmente hace dos veranos que tenemos nuestra pileta, donde no solamente nadan los más de 120 niños de la colonia de vacaciones, sino que también damos cursos de natación para niños y adultos”. Son muchos los logros alcanzados en esta área, y así lo cuentan sus protagonistas: “lo que hemos hecho con los chicos en natación de pileta y aguas abiertas fue realmente majestuoso. La gente nos decía ‘¿pero dónde entrenan ustedes?’. Dado que Virasoro no tiene río y las competencias se realizaban en el río en Posadas, Chaco, Formosa y Corrientes. “Llegamos a tener campeones provinciales de aguas abiertas”, dicen.
A su vez, de la mano de natación en aguas abiertas nació el canotaje, ya que necesitaban tener las piraguas y tener los remeros propios para que acompañen a los chicos nadadores en el río.
En sus inicios las actividades del Club Taragüi eran para hijos de colaboradores, pero debido a la demanda que había en Virasoro, derivada de las actividades deportivas que estaban llevando a cabo Julio y Lula, también se fueron incorporando personas no relacionadas a los empleados de Las Marías, tal como funciona actualmente. “Hoy el club está a disposición de todos y sólo pagan una mínima cuota los chicos o las personas que son de Virasoro y que quieren acceder a las actividades del club”. En un principio eran pocas las actividades: hockey, rugby, canotaje, natación y la colonia de vacaciones. “Ahora se suman handball, básquet, fútbol infantil, todo en el predio de Las Marías, para un promedio de 600 a 700 niños por año.”
Uno de los desafíos de Julio y Lula fue que los niños tomen conciencia de la importancia de la actividad física para su formación. Así fue como presentaron un proyecto a Recursos Humanos en el que plantearon la necesidad de que el personal tenga una actividad física organizada. “Desde entonces, dos veces a la semana, el personal de cualquier sector del Grupo Las Marías puede acceder a realizar actividad física como gimnasia, deportes, natación o caminatas”, nos comparten orgullosos.