Nacido en Virasoro, Pedro estudió en la Escuela Victoria, en el Instituto Agrotécnico, y más adelante estudió Agronomía en Corrientes. Allí comenzó a trabajar y “por esas cosas de la vida” volvió al pueblo y a trabajar en Las Marías.
Recién recibido su primer trabajo en campo y en producción fue en Las Marías, y desde entonces, ha ido aprendiendo y sumando conocimiento, que el día de hoy le permite supervisar el desarrollo y evolución de nuestra yerba, té y árboles.
Su madre es jubilada de La Fundación, empezó como maestra, Vice Directora y Directora de la Escuela Victoria, mientras que su papá era rector del Instituto Agrotécnico. Pedro comenzó en trabajo de campo, en el área de Investigación y Desarrollo, donde comenzó aprendiendo acerca de los ensayos, pruebas de productos y pruebas de técnicas de producción. Luego pasó a hacerse cargo de la producción de plantines en el vivero y de los nuevos proyectos y nuevas inversiones en plantación de yerba, así como de la programación de tareas y preparación de suelos. Desde 2011 está a cargo de la supervisión general de los campos Las Marías, Virasoro y La Merced, lo que incluye control de plagas, control de malezas, control de contratistas, supervisión y administración de máquinas y personal.
Uno de los mayores desafíos de Pedro es optimizar los recursos para encontrar el momento apropiado para cada plantación y desde un punto de vista ambientalmente sustentable. Esto lo logra mediante el manejo integrado de plagas, que involucra la formación de la planta, la poda de la planta y la cosecha. “Hacemos una intervención de poda apropiada y le damos de comer a la planta de forma apropiada para que esté sana, para que esté fuerte en el momento de los ataques normales de plaga y de maleza. Además, mantenemos el ecosistema yerbal y el ecosistema de té lo más armónico posible, lo más sustentable posible”, nos cuenta.
El éxito del trabajo de Pedro también está muy ligado a una iniciativa que comenzó hace ya diez años: el compost de Las Marías. “El proceso de compostaje consta de transformar y cambiar la mentalidad de lo que es residuos de industrias. Se trata de una enmienda orgánica que le agregamos a los yerbales para potenciar su producción, para darle de comer al suelo ya que el suelo es sustento para la producción de yerba”. A raíz de los subproductos del secadero de yerba, secadero de té, las semillas, los palitos, la hoja y de los subproductos que han quedado del área forestal, se hace un proceso de mezcla homogénea para que a través de los microorganismos se degrade la materia orgánica y se transforme compost, que es una materia orgánica mucho más estable y rica”, nos detalla.